Se hace un poco difícil hablar sobre uno mismo. Pero si tuviera que destacar mi punto fuerte como profesional, señalaría la técnica de corte. Adoro trabajar con el objetivo de aprovechar y potenciar al máximo cada melena que pasa por mis manos.
Aparte de esto, trato de ser una persona que disfruta siempre de lo que la vida le regala, porque trabajar no está reñido con pasar un buen rato con colegas de profesión o con clientes que son amigos.
En mis relaciones siempre priman dos máximas: confianza y calidad.
Soy consciente de que el cliente que deja en mis manos el cuidado y la salud de su cabello -en definitiva, su imagen, con la responsabilidad que ello conlleva-, deposita en mí su confianza. Debo responder a esa confianza ofreciéndole la mayor calidad, algo que he encontrado en los productos de Schwarzkopf Professional.
La confianza también define mi relación con mi equipo. Al fin y al cabo, son una extensión de mí mismo.